A finales del mes de mayo, el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha tomó en consideración el anteproyecto de Ley de Cámara de Cuentas. En la práctica, esto supone que, próximamente, creará la Cámara de Cuentas como órgano de control de las finanzas públicas de la región.

Según ha avanzado el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, el Ejecutivo autonómico tiene intención de remitir la norma a las Cortes regionales en el actual periodo de sesiones o a comienzo del nuevo curso.

Ruiz Molina también ha avanzado que este órgano fiscalizará las cuentas del sector público regional (Cortes de Castilla-La Mancha, Administración regional, sus órganos autónomos, entre otros), las entidades locales, el Consejo Consultivo y la Universidad de Castilla-La Mancha.

Asimismo, se encargará del control de las personas físicas o jurídicas beneficiarias de subvenciones o de ayudas públicas y las empresas adjudicatarias de contratos públicos en el ámbito regional. Igualmente, supervisará las cuentas de los partidos políticos en lo relativo a las subvenciones o asignaciones por gastos electorales procedentes del presupuesto de la Junta de Comunidades.

La propuesta normativa incluye 45 artículos que se distribuyen en cinco títulos, cuatro disposiciones adicionales, dos disposiciones transitorias y una disposición final.

 

Composición de la Cámara de Cuentas

La Cámara de Cuentas dependerá orgánicamente de las Cortes de Castilla-La Mancha y tiene como objetivo “mejorar el control y la transparencia en las finanzas públicas”, según el Gobierno regional.

Además de las funciones de fiscalización, asesorará a las Cortes de Castilla-La Mancha en cuestiones económico-financieras y contables.

Al frente de la Cámara de Cuentas habrá una Presidencia. Corresponderá al Pleno de las Cortes elegir a la persona titular por mayoría de tres quintos, en primera votación, o por mayoría absoluta en segunda votación. El puesto recaerá en profesionales con titulación académica superior, de reconocida competencia y con más de seis años de experiencia profesional. La presidencia se ostentará por seis años, renovables por una sola vez de manera automática.

Por otro lado, dispondrá de un máximo de cuatro auditores nombrados por la Presidencia entre profesionales con titulación académica superior y con más de seis años de experiencia profesional.

También tendrá una Secretaría General que tendrá como funciones la dirección del personal que resulte necesario para el desempeño de las funciones del órgano fiscalizador.

La Cámara de Cuentas de Castilla-La Mancha viene a sustituir a la antigua Sindicatura de Cuentas que cesó su actividad en 2014.